Las autoridades que regulan la publicidad en el Reino Unido han acusado a la compañía aérea irlandesa Ryanair de difundir información falsa en una reciente campaña de publicidad en la que se afirmaba ser «la aerolínea con las emisiones más bajas de Europa».

Según el organismo la campaña en la que se afirmaba “Europe’s lowest fares, lowest emissions airline” mostraba datos del año 2011, que con toda probabilidad han quedado desfasados.

A la vez no comparaba, en el gráfico que acompaña el anuncio, datos de otras aerolíneas populares, con la consiguiente duda de si se habían tenido en cuenta para presentar la tabla comparativa. Ello ha llevado a la Advertising Standards Authority a sugerir la retirada de la publicidad.

Pretender aparecer ante la opinión pública como una compañía preocupada con el medio ambiente es algo que, ya sea más o menos cierto y coherente, todas las empresas anhelan. Con ese fin dedican ingentes cantidades de dinero en sus gabinetes de prensa y en campañas de publicidad. En ocasiones, cuando el mensaje no va en paralelo a la realidad, esta practica se asocia con el llamado greenwashing.

La aerolínea low cost Ryanair anunciaba hace poco (diciembre 2019) que han disminuido sus emisiones de CO2 en una publicación de su web. La compañía saca pecho mientras otras fuentes destacan que la aerolínea low cost es una de las que más contaminan en Europa.